Como seres vivos que son las plantas necesitan agua para poder vivir y que mejor que aprovechar el agua de lluvia.
Cada zona tiene un régimen de precipitaciones diferente pero el agua que cae del cielo es siempre bien recibida para regar todo tipo de plantas, incluso aquellas más exigentes como pueden ser los helechos. Pero es necesario poder almacenarla.
Lo más económico es utilizar cubos o bidones en el jardín los días de lluvia. Se puede utilizar cualquier tipo de cubo pero los más aconsejables son los de plástico (PVC), ya que son los más fáciles de limpiar y por tanto mantendran el agua de lluvia pura.
Otra opción es colocar canales de riego en las fachadas y cubos en los extremos, de tal forma que el agua va almacenándose en dichos cubos o bidones. Es más laborioso pero permite almacenar bastante cantidad de agua que a continuación se puede guardar en botellas grandes de plástico en lugar preferentement oscuro, fresco y seco.
También se puede hacer que el agua recogida por los canales vaja directamente a un pozo, depósito o estanco.
Se aconseja almacenar el agua de lluvia y dejarla un tiempo no inferior a dos días en un recipiente abierto antes de utilizarla, Al dejarla reposar, parte de los iones gaseosos arrastrados por la lluvia y disueltos en el agua vuelven a la atmósfera mientras que el polvo y otras partículas se depositan en el fondo del recipiente.
Con pequeñas actuaciones como éstas, estaremos ahorrando y haciendo un buen uso responsable del agua.